Nuestro cacao Fairtrade se cultiva de forma sostenible en África Occidental y nuestros agricultores reciben un salario justo que les ofrece igualdad de oportunidades. Tras la cosecha, las habas se secan, se muelen y se convierten en manteca de cacao. Esto crea el famoso sabor sensacional de nuestro chocolate, que se deshace lentamente en la boca.